“Todos en mi familia me apoyaron y me apoyan para estudiar. Nadie estaba en contra. Todos sonreían, y hasta mi hijo también se inscribió, pero no oye bien y no ha terminado sus estudios”, comentó la abuela Calorinda Rosa de Mesquita Silva.
Nunca será tarde para querer aprender, educarse y estudiar. Lo más común es que quienes asistan a las escuela sean los niños, porque en el proceso de desarrollo es que se les facilita más el aprendizaje para formarse como personas preparadas para el futuro.
Sin embargo, hay niños que por distintas razones deben abandonar las aulas a edad temprana y no tienen la posibilidad de retornar. Otros hacen un esfuerzo por volver a estudiar así ya estén mayores, como es el caso de la abuela Calorinda Rosa de Mesquita Silva, de 71 años de edad, quien regresó recientemente a la escuela.
Y es que, Doña Calu, como es conocida en Teresina, Brasil, no pudo aprender a leer ni escribir cuando era una niña, por lo cual siempre tuvo ese deseo guardado. Ahora, cuando está mayor pero cuenta con el tiempo para hacerlo, decidió retornar al salón de clases.
No logró recibir ningún tipo de educación de pequeña, a diferencia de muchas otras niñas de su edad. Luego se casó muy temprano y se dedicó a atender su hogar como solía ocurrir en las familias de antes, donde las madres se encargaban de los quehaceres. No obstante, Doña Calu está decidida a aprender ahora, con mucha motivación.
“Yo quería, pero siempre se lo dejé a las niñas que venían a vivir aquí para que estudiaran y yo no estudié. Algunas chicas pasaron por aquí, y algunas incluso se graduaron. Estaba Valdirene, una niña que vino aquí, y también mi sobrino Celso, que vino aquí cuando tenía 13 años a estudiar”, contó la abuela a So Noticia Boa. Layza Mourão
Trabajó como costurera desde los 13 años de edad y contrajo matrimonio a os 25 años. Tuvo cuatro hijos con su esposo Etevaldo da Silva, además de nietos y bisnietos. Pero ahora que cuenta con el tiempo y la motivación, está aprendiendo a leer y escribir.
“Todos en mi familia me apoyaron y me apoyan para estudiar. Nadie estaba en contra. Todos sonreían, y hasta mi chico también se inscribió, pero no oye bien y no ha terminado sus estudios“, expresó.
Mientras, sus propios hijos se sienten contentos con que su madre haya tomado esta decisión. “Para mí es algo gratificante, porque mi mamá siempre ha trabajado mucho. Siempre ha sido un espejo para nosotros. Crió a dos hijos siempre con mucho esfuerzo, entonces para nosotros es algo muy importante”, dijo María de Deus, su hija. Layza Mourão
“Ella vive para cuidar a mi hermano que tuvo un derrame cerebral, y aun así encuentra tiempo para estudiar y está muy interesada“, añadió María, quien motivó a su madre en esta decisión.
Bonus: La educación es el proceso de facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, así como habilidades, valores, creencias y hábitos. El proceso educativo se da a través de la investigación, el debate, la narración de cuentos, la discusión, la enseñanza, el ejemplo y la formación en general. La educación no solo se produce a través de la palabra, pues además está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Generalmente, la educación se lleva a cabo bajo la dirección de las figuras de autoridad: los padres, los educadores (profesores o maestros), pero los estudiantes también pueden educarse a sí mismos en un proceso llamado aprendizaje autodidacta. El conjunto de personas que tienen un protagonismo activo en la educación reciben el nombre de Comunidad Educativa. Cualquier experiencia que tenga un efecto formativo en la forma en que uno piensa, siente o actúa puede considerarse educativa. Fuente Wikipedia
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