La historia que te compartimos hoy tiene como protagonista a Saroo Brierley, un empresario Indio criado en Australia quien se separó de su madre y no fue hasta 25 años más tarde que volvió a encontrarla.
La historia de vida de Saroo es dramática, sorprendente y al mismo tiempo maravillosa. Tanto así que tuvo su propia película basada en en el libro que cuenta los acontecimientos de su increíble historia de vida.
El libro se tituló «Una larga vuelta a casa» y la película fue llamada «León». Un emocionante desenlace de hecho fabulosos, que rozan la incredulidad y ponen la piel de gallina a cualquiera. Así es que quisimos compartir esta historia contigo.
La vida de Saroo
Saroo Brierley nació un 22 de Mayo de 1981 en el barrio de Ganes Talai, ubicado en la ciudad de Khandwa, estado de Madhya Pradesh, India. Su nombre original es Sheru Munshi Khan y del mismo derivó el nombre que utiliza hoy en día.
El barrio donde nació siempre estuvo constituido por familias pobres y la suya no fue la excepción. Su padre abandonó a su madre cuando él era chico y la dejó sola al cuidado de Saroo sus dos hermanos Guddu y Kallu.
Una tarea nada sencilla para la mujer y debido a la cual tuvo que trabajar en construcciones realizando distintas tareas. Sólo así podía proveer lo básico a sus hijos y a veces ni siquiera eso.
Por esta razón Saroo y sus hermanos solían pedir limosna y comida en las estaciones de trenes. Ocasionalmente su hermano Guddu conseguía trabajo barriendo los trenes de dicha estación.
Comienza la epopeya
Cierto día Guddu iba a realizar un viaje en tren desde Khandwa hasta Burhanpur y Saroo pidió a su hermano si lo dejaba acompañarlo. Algo reacio, finalmente Guddu aceptó.
Ambos subieron al tren y al llegar a destino Saroo se encontraba tan cansado que decidió aguardar la vuelta de su hermano durmiendo en un banco de la estación. El tiempo pasó y Guddu jamás apareció. Saroo desconocía que a su hermano lo había atropellado un camión.
Entonces Saroo, en el afán de volver a casa, se subió a un tren que no lo llevó precisamente donde el quería. Lo cierto es que el pequeño llegó, tras largas horas de viaje y sin saberlo, a la ciudad de Calcutta.
Deambuló varios días por donde lo había dejado el tren y se alimentaba revolviendo los tachos de basura en busca de restos de comida. Afortunadamente un adolescente lo encontró y lo llevó hasta la estación de policía más cercana. A los oficiales les resultó imposible saber quienes eran la familia del pequeño.
Fue así que terminó inscrito en una facilidad del estado para niños huérfanos y no pasó mucho tiempo hasta que la familia Brierley lo adoptó y se lo llevó a la ciudad de Hobart, Australia, para criarlo y darle todo el amor necesario.
Un reencuentro esperado
Saroo vivió y creció en la ciudad australiana y luego se fue a estudiar a la Escuela Internacional de Hoteles, en la ciudad de Canberra. No fue hasta algunos años más tarde que esto cuando decidió emprender nuevamente la búsqueda de su familia.
Increíble como suena, Saroo comenzó a buscar a través de Google Earth todas las líneas de tren cercanas a Calcutta. Recurriendo a sus memorias vagas finalmente pudo encontrar lo que le pareció que era su pueblo natal.
Viajó hasta ahí para confirmarlo con la gente del pueblo y resultó que estaba en lo cierto. No pasaron muchos días hasta que finalmente pudo encontrar a su madre, su hermano Kallu y una nueva hermana llamada Shekila.
Hoy en día Saroo continúa viviendo en Hobart pero está en contacto con su familia todo el tiempo. Ellos se comunican a través de videollamadas y hablan casi todos los días. Un final feliz para esta historia tan dramática pero conmovedora al mismo tiempo.
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